sábado, 24 de septiembre de 2011

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Una de las principales funciones de la arqueología es estudiar la Historia a través de los restos materiales que han llegado a nosotros y que reflejan la vida de las personas que habitaron o trabajaron en ese lugar, analizando los contextos espaciales y temporales en los que aparecen esos restos. Para un arqueólogo es tanto más importante el contexto en el que aparece un objeto, como el objeto en sí mismo. Esto es así por que las relaciones del objeto arqueológico con otros objetos, con estructuras, etc. suele producir más información histórica que la que se puede extraer del propio objeto aislado. 
No hay que olvidar que la intervención sobre el patrimonio, arqueológico o arquitectónico, siempre supone, aun trabajando con el mayor cuidado, la destrucción de parte de la información. Por tanto todos los que participamos en este tipo de intervenciones estamos obligados a elaborar un registro documental de las mismas tan detallado y exhaustivo como sea posible.  En este sentido la documentación gráfica normalizada, que debe realizarse en campo siempre que sea posible, puede ser un medio muy eficaz para la toma de datos, con la ventaja de su inmediata comprensión por parte de cualquier investigador.
El dibujo es una técnica básica para la documentación de cualquier intervención sobre el patrimonio, a través de la cual podemos conocer la forma en que los distintos objetos y estructuras se relacionan entre sí. Por eso ofrecemos una serie de soluciones para ayudar a mostrar el trabajo realizado en campo o realzar el interés de colecciones musealizadas.

Licencia Creative Commons
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Recreaciones 3D

     Podemos hacer levantamientos en 3D de las estructuras, añadiéndoles la altura conservada y recreciendo, si nos resulta conveniente, alguna de ellas. También podemos combinar el dibujo de los alzados con estas representaciones 3D. De esta forma podemos hacer mucho más comprensibles, tanto las intervenciones, como los restos a integrar en el urbanismo actual.













         Del mismo modo, partiendo de las piezas recuperadas en intervenciones o de aquellas que forman parte de museos o colecciones, se pueden hacer recreaciones que nos acerquen al aspecto real de la pieza; de este modo podemos hacernos una idea más ajustada tanto del uso que pudo tener, como de sus aspectos simbólicos. Esta es una herramienta fundamental para acercar al público tanto los principales hallazgos de las intervenciones arqueológicas como integrar en una escena las piezas de las colecciones museísticas. 
   
            
 

Planimetría


Se pueden distinguir dos grandes grupos de representaciones:



Representaciones horizontales de la realidad. En este grupo están los croquis de trabajo, las plantas de unidad, las plantas de fase y las plantas generales. La característica común a todas ellas es que se trata de representaciones, desde un punto de vista cenital, de un conjunto uniforme de unidades estratigráficas.






  . Representaciones verticales de la realidad. En este conjunto incluimos los perfiles de excavación o de unidad, las secciones y los dibujos de paramentos. En este caso estamos ante representaciones desde un punto de vista frontal de unidades o conjuntos de unidades estratigráficas.


































Un caso muy específico, dentro del dibujo de campo, es el de los complejos funerarios, al tratarse, por lo general de restos muy frágiles y, al mismo tiempo, complicados de dibujar.




En cualquier caso resulta necesario
                        dotar a la intervención arqueológica
                        de un aparato gráfico en el que se
                        reflejen los resultados de la misma,
                        de forma que se haga comprensible
                        para quienes no participaron
                        directamente en la misma. 




Materiales

La principal ventaja del dibujo arqueológico es poder presentar, en un solo golpe de vista, varios aspectos del mismo objeto (exterior, interior y sección, en el caso de la cerámica; y distintas vistas en el caso del a industria lítica, metal, etc.) así como de todos los elementos anexos a él (asas, mangos, remaches…) y los datos externos que conocemos de la pieza. Al usar todos las mismas convenciones de dibujo, las representaciones resultan comprensibles y útiles paratodos los técnicos, aunque no hayan tenido contacto directo con las piezas representadas. De este modo podemos establecer comparaciones entre piezas análogas o contemporáneas de diferentes intervenciones. También tenemos la posibilidad de recrear el aspecto íntegro de la pieza, aunque contemos sólo con parte de la misma.









Con el dibujo de los materiales intentamos describir el aspecto general de la pieza, así como las huellas que, sobre ella, pudo dejar su proceso de fabricación, el uso que de ella se hizo, así como los procesos que le pudieran afectar una vez que ya dejó de tener una vda útil; estos detalles son los que nos ayudan a conoce historia particular de cada pieza. Resulta por tanto un elemento primordial para mejorar nuestras publicaciones y presentaciones; al tiempo que contamos con un elemento de análisis muy interesante.